2.2. Alteraciones
físicas.
Se
deben a la presencia de “elementos físicos o cuerpos extraños” en los alimentos
que pueden llegar a ellos durante su manipulación, elaboración, transporte,
etc.
Así, los alimentos se pueden contaminar a través de
- Insectos y roedores al almacenar los alimentos sin protección. Pueden contaminar los alimentos al comérselos y dejar: pelos, alas, huevos, materias fecales, orina, etc.
- Interacciones con el medio ambiente o por una incorrecta manipulación que introducen en el alimento cuerpos extraños (cristales, perdigones, huesos, espinas, cáscaras, plásticos, efectos personales como pendientes, etc.).
- Del envase: grapas, papel, plástico, etc.
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