UNIDAD 5. Buenas prácticas de higiene. 5.1. El manipulador.

 


5. Buenas prácticas de higiene.

 

El riesgo de contaminación de los alimentos está presente a lo largo de toda la cadena de los alimentos. Es relativamente sencillo evitar toxiinfecciones y sus nefastas consecuencias cuando se pone cuidado en la limpieza y se aplican los procedimientos adecuados marcados por las buenas prácticas de “higiene alimentaria”.

 

La higiene alimentaria garantiza:

·       Que los alimentos manipulados no se van a contaminar.

·       Que las bacterias de los alimentos no se van a desarrollar.

·  Que se van a establecer controles para poder ofrecer las garantías sanitarias exigibles.

 

 

5.1. El manipulador.

 

El manipulador de alimentos es la persona que por su trabajo tiene contacto directo con los alimentos durante su preparación, fabricación, transformación, elaboración, envasado, almacenamiento, transporte, distribución, suministro y servicio.

 

5.1.1. Aspectos a tener presente por el manipulador.

 

El manipulador deberá prestar especial atención a su:

·       salud.

·       higiene personal.

·       indumentaria o ropa de trabajo.

·       hábitos higiénicos.

Salud.

 

En concreto deberá:

·    Informar a su superior si están enfermos para que una persona experta determine si dicha enfermedad puede afectar a la manipulación.

·    Prestar especial precaución con los siguientes síntomas: vómitos, diarrea, fiebre, náuseas, afecciones graves a la piel.

· Desinfectar cortes o heridas y cubrirlas con vendajes impermeables o tiritas. En este caso es IMPRESCINDIBLE utilizar guantes para evitar que se desprendan las tiritas o apósitos.


Higiene personal.

En este sentido es recomendable:

·       Ducha diaria.

·       Lavado de cabello.

·       Limpieza y recorte de uñas.

·       Limpieza de oído y nariz

 

Indumentaria.

Deberá estar limpia y ser la adecuada para la manipulación de alimentos.

 

Hábitos higiénicos.


El lavado de manos será frecuente y hay ocasiones donde es obligatorio lavarse las manos


·     Al comienzo de cada jornada laboral y cada vez que interrumpa el trabajo.

·       Después de tocar alimentos crudos (para evitar la contaminación cruzada).

·   Antes de manipular alimentos cocinados (evitar contaminación cruzada).

·        Después de ir al aseo.

·        Después de manipular basura o desechos de alimentos.

·        Después de utilizar un pañuelo para toser, estornudar o sonarse.

·        Después de comer.

·        Después de cobrar al cliente.

·        Después de fumar.

 


 

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