Unidad 2. 2.1. Alteraciones químicas.

Alteraciones químicas.

 

Son producidas por sustancias tóxicas que pueden llegar al alimento de forma casual o que están presentes en él por una incorrecta manipulación. Se trata de productos químicos de toda índole como: productos de limpieza y desinfección, insecticidas, ambientadores, residuos de plaguicidas, metales pesados…

Los contaminantes de origen químico pueden provocar efectos a corto plazo o acumulativos, con efectos a largo plazo.

En ese sentido los contaminantes pueden:

  • Estar presentes desde el origen como, por ejemplo: raticidas, productos fitosanitarios, etc.
  • Estar disueltos en el alimento: sustancias que forman parte de los envases o usadas en la limpieza.
  • Haber sido aplicados durante la vida del animal, algunos ilegales como hormonas, anabolizantes o legales como antibióticos, antiparasitarios.
  •  Estar acumulados en bajas dosis sin ser tóxicos, pero sí en el caso de estar sometido a una exposición constante. (mercurio).
  •  Ser propios del alimento, pero que son tóxicos: mejillones con marea roja, setas, peces tóxicos.

 

Contaminantes químicos más habituales.

 

·  Productos agroquímicos. Se trata de herbicidas, pesticidas, insecticidas y fertilizantes utilizados en el tratamiento de los cultivos vegetales.

· Residuos medicamentosos. Son restos de medicamentos utilizados para tratar y prevenir enfermedades en el ganado (antibióticos, etc.).

    ·       Microtoxinas. Las producen ciertos mohos que crecen en los            alimentos que se almacenan largo tiempo en lugares cálidos y               húmedos.

· Nitrosaminas. Formadas al combinarse proteínas con agentes nitrosantes, en determinadas condiciones ambientales (temperatura elevada, ausencia de antioxidantes, etc.).

·  Hidrocarburos aromáticos policíclicos. Se generan en procesos de combustión pudiéndose esparcirse por el aire hasta depositarse en los cultivos o incluso en los alimentos que se desecan con gases de combustión, se ahúman o incluso se asan a la brasa.

·   Derivados de los utensilios y las vajillas. Los más habituales son el plomo presente en utensilios y vajillas de cerámica o barro. Del mismo modo, si están fabricados con cobre, éste, al oxidarse, es tóxico para el hombre.

· Derivados del almacenamiento. El almacenamiento de los alimentos en el mismo espacio que los productos de limpieza (lejía, salfumán, desinfectantes, etc.) es un foco de contaminación química. Del mismo modo, no se deben utilizar envases vacíos de alimentación para almacenar productos de limpieza, evitando así su consumo accidental.

·   Derivados de la limpieza de las instalaciones. Los restos de los productos de limpieza utilizados en la limpieza de las instalaciones o utensilios pueden contaminar los alimentos.

 

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