La legislación actual obliga a llevar mascarilla en todo momento, tanto en espacios
abiertos como cerrados,
ya que esta medida, junto
con el mantenimiento de la distancia de seguridad y la higiene de manos, se han revelado como los métodos
más eficaces para prevenir
el contagio de COVID-19.
Con frecuencia
existen dudas sobre los diferentes
tipos de mascarillas existentes en el mercado, su grado de protección
u horas de uso.
A continuación
mostramos las características de todas ellas en un cuadro simplificado
y resumido:
Como indicamos,
el uso
de mascarillas garantiza nuestra seguridad y
la de los demás, siempre
y cuando estén correctamente
colocadas y se usen adecuadamente.
Ello implica, entre otros:
- Llevar la mascarilla por el lado correcto.
- Si es desechable, eliminarla cuando haya finalizado su uso. Estas mascarillas, no deben lavarse o “intentar” higienizarse usando métodos como lámparas ultravioletas o microondas, ya que estos dispositivos domésticos, no se han mostrado como efectivos.
- El lavado de las mascarillas reutilizables deberá realizarse como mínimo, a 60ºC.
Ciertamente, es incomodo
llevar mascarilla para trabajar y realizar
cualquier actividad, pero es fundamental su uso para evitar la proliferación de contagios. Sólo aquellas personas, con una patología
validada por un médico y justificada, mediante un informe firmado por éste, eximen a una persona del uso de esta prenda.
No son válidos ni “Modelos de Declaración Responsable anti mascarillas”, o similares, ni alegar una patología sin validar por un facultativo: sólo un informe médico justificativo, sirve como demostración de la exención de llevar mascarilla.
En cuanto al uso de pantallas de protección o mascarillas plásticas transparentes de mentón, no se consideran mascarillas que eviten la propagación del virus, debido a que no quedan correctamente ajustadas y permiten la salida de gotículas y aerosoles.
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