Una de las medidas que se han mostrado más eficientes frente al contagio, es el mantenimiento de la distancia social.
Aunque la recomendación es mantener la máxima distancia posible, se establece
una distancia mínima segura de 2 metros con otras personas, especialmente
con aquellas que muestren síntomas compatibles con la COVID-19.
En el caso de los mercados, se deberá intentar asegurar el distanciamiento interpersonal, siempre que sea posible:
Entre detallistas y
clientes.
Entre los trabajadores.
Entre los clientes.
Entre estos y cualquier
persona que acceda a los mercados para realizar su actividad (p.ej. repartidores, servicios de seguridad,
limpieza...).
En aquellas
situaciones que no sea posible garantizar esta distancia entre
detallistas y clientes,
se podrá optar por otras medidas
barrera como es el caso de las mamparas
o cortinas transparentes. Estos dispositivos, además, según su localización, protegerán también los productos expuestos frente a la posible contaminación por medio de aerosoles, gotículas, o manipulación de estos por parte de la clientela.
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